Caminar es una actividad simple y saludable, pero si la realizamos en una montaña necesitamos contar con una técnica especial para aguantar las caminatas lo mejor posible. Caminar en una forma correcta implica tener en cuenta nuestras fuerzas, ritmo, el peso a transportar, la distancia y las condiciones de la zona que vamos a recorrer.

No agotar fuerzas, caminar relajado

Es esencial no agotar las fuerzas y caminar relajado, ya que de a poco se va tomando mayor resistencia y potencia. No hay que olvidar calentar antes de comenzar. Se puede parar para descansar cinco minutos por cada hora de camino pero no es recomendable prolongar ese tiempo ya que los músculos se pueden enfriar.

Como descender

Al descender, debemos tener mucho cuidado ya que el peso recae sobre las rodillas y los tobillos. En pendientes y bajadas pronunciadas, debemos clavar los talones a cada paso para mantener el equilibrio y dando pasos cortos, flexionados y en zig zag. En subidas con mucha inclinación, debemos apoyar la punta de los pies y aprovechando las salientes de piedras o escalones, pero con mucho cuidado ya que podemos resbalar.

Las subidas

Las subidas pueden resultar interminables y agotadores, pero debemos tomarlas con calma, con pasos cortos y también caminando en zig zag. Este método toma más tiempo pero cansa menos y es más seguro. Tenemos que evitar las zonas con arbustos densos, ya que suelen ser más cansadoras y podemos salir de allí con arañazos.

Además, es aconsejable mantener un ritmo constante, empezando en forma suave para entrar en calor y acostumbrar la respiración. Luego de esto podremos ir aumento el ritmo, pero se recomienda parar unos minutos cada hora aproximadamente, aunque esto dependerá de la dificultad y el cansancio de cada uno.

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 Fuente:  viajeros.com